Estos últimos 40 años, he trabajado en Sal Común, MMLB, Moliné & Publicís, Contrapunto, TBWA\ y Micrópolix. Por si sólo, eso no dice absolutamente nada a favor de mi talento, pero si de mi experiencia.
Primero tuve la suerte de aprender al lado de algunos de los mejores, Lorente, Moliné, Borsten, Rolando, Esquenazi, Roda, Pepino, Sebastiá, Pablo Cano, Rousselot, Teo Marcos, Sarró. De verles hacer historia tan de cerca, que no aprender un poco hubiese sido pecado.
Después tuve la suerte de seguir aprendiendo de docenas de genios y de algún que otro inútil, con los que compartí equipo, ilusión, demasiadas noches, algún éxito y más de un fracaso.
He tenido suerte, mucha suerte. Me lo pasé tan de puta madre que no sabría como escribirlo, demasiado bueno. Parecía ilegal.
Y aún así, me desencanté. Me harté. Me alejé.

No mucho después, lo que empezó a desencantarme fue la sociedad. Miento, la sociedad no, esa apática sensación de sentirte inoperante, de pensar que todo lo que has aprendido, no servirá más. Que el mucho o poco talento y el know how que puedas tener, no le interesa a nadie. Que los realmente poderosos, gobiernos, grandes corporaciones y empresarios, lo del compromiso y la responsabilidad social, les parece otro mal menor y no la oportunidad de cambiar sus vidas y la del planeta. Alejarme de eso, del sistema, parecía bastante más complicado
Asi que este post es para agradecer públicamente a José María Batalla que sea un pelmazo, un pesado, tenaz e incombustible. Agradecerle que no parase hasta convencerme, por lo civil y lo criminal, de que el primer gesto para cambiar algo, es levantar el culo del sofá e intentarlo.
Muchos dicen cosas por el estilo, el me convenció.
No eran solo intenciones y palabras. Dejó la seguridad y las zonas de confort, pasó de una multinacional y creó La Casa de Carlota, un revolucionario estudio de diseño en el que trabajan personas con Síndrome de Down, autismo y enfermedades mentales, junto con estudiantes de último curso de diseño y un par de creativos seniors. Lo que hacen es brutal. Y no me refiero -solo- a la integración y la labor social, hablo de innovación, valor diferencial y calidad. De arte y diseño. El par de premios Laus que han ganado, son una anécdota, pero conozco decenas de creativos y diseñadores que jamás han ganado uno.
Hace ya más de un año que colaboro con el estudio y con 1000friends, la agencia especializada en estrategia y comunicación social que José María fundó con su socio, otro loco bueno, Sergi Capell. Con ellos me estoy reconciliando con la creatividad y la comunicación, mientras me reenamoro de la raza humana.
Este Jueves están los dos en Madrid. No hay reuniones con clientes ni proveedores, no hay ninguna PPM, no van a presentar agencia a nadie. No hay oportunidad de negocio. No van a trabajar.
Batalla tiene un CÓMO. Va a explicarle a 250 personas que, si quieren, ellas también pueden ser Superman, como él.
¿Y Sergi? Imagino que a verle, oírle y vigilar que no se meta en ninguna cabina y salga volando, con los gallumbos por fuera de los pantalones.
Con gente asi da gusto. Trabajar y, sobre todo, vivir.
CÓMO es una iniciativa de Comunica+A. Un lugar donde aprender que no importa el qué sino el CÓMO a través de charlas, debates, reuniones, juegos, encuentros, cine, espectáculos, conferencias, exposiciones…
(http://www.elcomo.es/)