37 years ago. No todo tiempo pasado fue mejor, pero este estuvo de cojones.
Franco había muerto hacía 3 años. Un publicitario brillante, inteligente e inquieto, Marçal Moliné, decidió saltar sin red, al ruedo editorial. Más a complementar que a competir, Ajoblanco, El Viejo Topo, Star, Disco Express y Vibraciones, era de lo poco soportable que un joven podía echarse al macuto. Así nació Sal Común.
Pablo Cano, el genio más desaprovechado de este país, y yo tuvimos la suerte de que nos eligiese como primeros compañeros en su loco viaje. Yo tenía 19 años y fuí Jefe de Redacción. Y probablemente era el que peor escribía y el más tonto. Allí conocí y trabajé con genios como Carlos Rolando, Ricardo Rousselot, Enrique Marín Otto, Joan Manel Treserras, Angel Casas, Jesús Ordovás, Andreu Martín, Isabel Coixet, Joan Torrens, Pep Boldú, Pilar Del.lacasa, Toni Aguilera o Jordi «Sacarata» Cortés…
Una aventura apasionante y muy intensa. Nos tragamos todos los conciertos -con pase de prensa-, Iggy Pop, Tina Turner, Elton John, Chick Corea, Paco de Lucia, Herbie Hanckock, Lou Reed o La Banda Trapera del Río, daba igual. Entrevistamos a Serrat, Tequila, Jim Capaldi, Bose, LLach, Balbín, Sisa, José Sacristán, La Dharma, Boadella… Nos íbamos una semana de gira con Gurruchaga y su Mondragón. Yo me encerré una semana en un manicomio, para ver como vivían los «locos». Y me dejaron salir. Fuimos a una sauna gay cuando muchos gays aún no iban a saunas. Convivimos con putas, yonquis, ecologistas, abortistas y anti abortistas… España renacía y nosotros eramos unos críos muertos de hambre de todo lo nuevo.
A pesar del hambre, no nos comimos casi nada, pero el tiempo que duró el intento fue, probablemente, el más divertido de mi vida.
En Enero me fui a la mili. CIR 5, Cerro Muriano, Córdoba. Juré bandera el 22F, la víspera del «se sienten coño«. Tela. Pero ese es otro tema. Luego un añito a San Roque, Cadiz, al Regimiento de Infantería Motorizable Pavía 19.
A Marçal se le acabó la pasta, antes que a mi la mili. En aquella época pedirle a un anunciante que pagase por salir en una revista de sexo, música, drogas y rocanroll no era fácil. Y ahora, imagino que tampoco.
Luego llegó MMLB y con eso, la puta locura.
Empecéa comprar la revista y me suscribi mandando la pasta en un sobre de correos. La revista cerró antes que se acabará la suscripción. Conservo los ejemplares que adquirí como una reliquia que mis hijos no entienden
Me gustaMe gusta
Yo compraba Sal Común, tenía casi todos los números desde el principio hasta que cambió de orientación. Andaba por los 16 años y leía otras publicaciones españolas y francesas, enrolladas o no tanto, pero lo de Sal Común fue tremendo. Esos reportajes, esos «artículos de fondo» sobre asuntos de los que nadie escribía… En una mudanza tuve que deshacerme de aquellos ejemplares —y de una gran colección de Vibraciones—. También me tocó tirar los dibujos y cuadernos de mi infancia, pero me arrepiento más de haber tirado los primeros números de Sal Común. Los considero parte de mi formación personal y profesional.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Conyons. Varem estar al mateic CIR a Cerro Muriano !!! Molt be
Veig que vas teñir una juventud molt moguda …… me alegro de tot cort ……. Bona sort Teixi
Me gustaLe gusta a 1 persona
La juventud es sempre moguda, el que passa es que alguns ho expliquem. 🙂
Tota la sort Ricard.
Me gustaMe gusta