Ni pobrecitos, ni subnormales, ni genios. Solo muy buenos

Hace más de año y medio que cuando digo que voy al trabajo, voy a 1000friends. Allí está La Casa de Carlota. Se autodefinen como “un estudio de diseño único en el mundo y genialmente diferente”. Ahora puedo constatar y constato que lo es.

Confieso que cuando José María Batalla me habló de la idea, me pareció preciosa, pero también confieso que en realidad lo que entendí y lo que es, se parecen muy poco.

Majo, bueno, social, comprometido, solidario o integrador eran las palabras con las que hubiese adjetivado al proyecto y sus creadores. Y probablemente todas sirvan, pero no vi las otras. Atrevido, brillante, inteligente, creativo e innovador. Y espero y sospecho que rentable. Aunque Sergi, el otro boss, tampoco parece estar ahí por lo de hacerse millonario.

En La Casa de Carlota trabajan alumnos universitarios de último curso de diseño y jóvenes con Síndrome de Down, autismo o alguna discapacidad intelectual. Todos liderados por un par de directores de arte o ilustradores seniors, del nivel de Gusti Rosemffet o Inge Nows y colaboradores temporales como Nel Andres.
A eso, en los proyectos que lo precisan, nos sumamos algún director creativo como Batalla o un servidor.

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Lo realmente grande de la idea es entender y aceptar, de verdad, el valor real de la diferencia. Esas “discapacidades” lo que hacen, en realidad, es que haya unas personas que ven las cosas diferentes que la mayoría.
Viven diferente, piensan diferente, sienten diferente. Por eso se expresan, incluso cuando pintan o dibujan, de manera diferente. Y en creatividad, la diferencia no es suficiente, pero es imprescindible.

Autistas geniales hay muchos, Einstein, Mozart, Tim Burton, Kubrick, pero ahí reside el error de muchos, pretender que si eres autista, o eres un jodido genio sobrehumano o no sirves para nada. Tremendo error.

Que hayan ganado dos Laus –uno de oro-, clientes como Nestle, La Caixa, DKW y L’Ajuntament de BCN trabajen ya con el estudio o unas bodegas, de las que no creo estar autorizado para dar el nombre, les hayan pasado el diseño de las etiquetas de sus vinos, son solo las primeras pruebas de que no se trata de nada que no se parezca a un estudio de diseño, que viene a competir con todos.

Nuria, mi ex mujer, es diseñadora. Pasó un par de días colaborando en el estudio. Estaban con unas etiquetas para una Bodega. Por la noche, en casa, se puso a trabajar un rato y de repente me miró con cara de haber descubierto la rueda.. “Ahora lo entiendo… no son ellos que nos necesitan a nosotros, es al revés”. Le pedí que lo desarrollase un poco. “Necesito unas uvas de esas que Carlo hace, llenas de palitos como una indiana. Y que Gaby me escriba una cosa con su letra.. Sin ellos no puedo…”

Estábamos solos y separados hacía dos años, nadie nos oía, no habían cámaras, no hacía ninguna falta quedar bien delante de nadie. Nuria lo había entendido. Y además de guapa y excelente madre, Nuria no es mala diseñadora. Para nada.

Yo tardé más en ver lo grande de todo esto. Y a mi, encima me dejan hacer videos:
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Batalla es un pelmazo y se cree Superman.

Estos últimos 40 años, he trabajado en Sal Común, MMLB, Moliné & Publicís, Contrapunto, TBWA\ y Micrópolix. Por si sólo, eso no dice absolutamente nada a favor de mi talento, pero si de mi experiencia.
Primero tuve la suerte de aprender al lado de algunos de los mejores, Lorente, Moliné, Borsten, Rolando, Esquenazi, Roda, Pepino, Sebastiá, Pablo Cano, Rousselot, Teo Marcos, Sarró. De verles hacer historia tan de cerca, que no aprender un poco hubiese sido pecado.
Después tuve la suerte de seguir aprendiendo de docenas de genios y de algún que otro inútil, con los que compartí equipo, ilusión, demasiadas noches, algún éxito y más de un fracaso.
He tenido suerte, mucha suerte. Me lo pasé tan de puta madre que no sabría como escribirlo, demasiado bueno. Parecía ilegal.
Y aún así, me desencanté. Me harté. Me alejé.

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Sergi y Jose María reunidos con una pala de ping pong.

No mucho después, lo que empezó a desencantarme fue la sociedad. Miento, la sociedad no, esa apática sensación de sentirte inoperante, de pensar que todo lo que has aprendido, no servirá más. Que el mucho o poco talento y el know how que puedas tener, no le interesa a nadie. Que los realmente poderosos, gobiernos, grandes corporaciones y empresarios, lo del compromiso y la responsabilidad social, les parece otro mal menor y no la oportunidad de cambiar sus vidas y la del planeta. Alejarme de eso, del sistema, parecía bastante más complicado

Asi que este post es para agradecer públicamente a José María Batalla que sea un pelmazo, un pesado, tenaz e incombustible. Agradecerle que no parase hasta convencerme, por lo civil y lo criminal, de que el primer gesto para cambiar algo, es levantar el culo del sofá e intentarlo.
Muchos dicen cosas por el estilo, el me convenció.
No eran solo intenciones y palabras. Dejó la seguridad y las zonas de confort, pasó de una multinacional y creó La Casa de Carlota, un revolucionario estudio de diseño en el que trabajan personas con Síndrome de Down, autismo y enfermedades mentales, junto con estudiantes de último curso de diseño y un par de creativos seniors. Lo que hacen es brutal. Y no me refiero -solo- a la integración y la labor social, hablo de innovación, valor diferencial y calidad. De arte y diseño. El par de premios Laus que han ganado, son una anécdota, pero conozco decenas de creativos y diseñadores que jamás han ganado uno.

Hace ya más de un año que colaboro con el estudio y con 1000friends, la agencia especializada en estrategia y comunicación social que José María fundó con su socio, otro loco bueno, Sergi Capell. Con ellos me estoy reconciliando con la creatividad y la comunicación, mientras me reenamoro de la raza humana.

Este Jueves están los dos en Madrid. No hay reuniones con clientes ni proveedores, no hay ninguna PPM, no van a presentar agencia a nadie. No hay oportunidad de negocio. No van a trabajar.
Batalla tiene un CÓMO. Va a explicarle a 250 personas que, si quieren, ellas también pueden ser Superman, como él.
¿Y Sergi? Imagino que a verle, oírle y vigilar que no se meta en ninguna cabina y salga volando, con los gallumbos por fuera de los pantalones.
Con gente asi da gusto. Trabajar y, sobre todo, vivir.
Captura de pantalla 2015-09-15 a la(s) 06.40.50CÓMO es una iniciativa de Comunica+A. Un lugar donde aprender que no importa el qué sino el CÓMO a través de charlas, debates, reuniones, juegos, encuentros, cine, espectáculos, conferencias, exposiciones…
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