Independentista o gilipollas, elije.

Tal como se está poniendo el panorama político en la piel de toro, los ciudadanos de a pie tenemos menos futuro que las toallas de Eduardo Manostijeras.

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Hace un rato, Carles Puigdemont, el flamante President de la Generalitat prometía su cargo. Hace también un rato, PSOE, PP y Ciudadanos llegaban a sus primeros acuerdos para arrinconar a Podemos y se empezaban a repartir la mesa del Congreso. Hoy para cenar, virutas de pereza sobre coulis de asco.

En un rincón Rajoy, Sanchez y Rivera. En el otro Puigdemont.
No soy sospechoso de llevarme bien con Convergencia y sigo sin ser nacionalista, he dicho mil veces que eso o se nace o te haces muy poco a poco. No es una idea, es un sentimiento. Y nunca se debe llegar a eso por un desencanto y siempre por una ilusión. Yo no me siento parte de un colectivo o un grupo de personas por donde nacen, el territorio que creen suyo o por el idioma que hablan. Me siento unido a la gente que quiero, a esa con la que comparto valores básicos, vida y experiencias, a esa con la que camino hacía donde sea, esa con la que me entiendo.
Me siento más cerca de muchos argentinos que de los habitantes de Banyoles, mi padre es de Lleida, mi madre de Almería y he estado locamente enamorado -pero loco de encerrar- de tres catalanas, una murciana, una vasca y una andaluza. No soporto fronteras, himnos y banderas.
Pero a pesar de todo eso, lo que si se puede es querer la independencia, cuando tienes la certeza que en tu casa no te quieren. Estoy casi seguro que de haber vivido en la Alemania nazi -por estresar el ejemplo- hubiese preferido largarme.
Y a los catalanes no sé si los querrán o no, pero a mi esta España no me quiere.

Un país que después de sufrir y soportar en sus carnes al gobierno más inútil, patético y corrupto de la historia de la Europa democrática, sigue votando mayoritariamente a esos gobernantes, a mi no me quiere.

Spain's Prime Minister Mariano Rajoy gestures during a news conference at Madrid's Moncloa Palace August 3, 2012. Spain inched closer to seeking a sovereign bailout on Friday as Rajoy opened the door to a request, although he said he needed first to know the attached conditions as well as the form the rescue would take. REUTERS/Susana Vera (SPAIN - Tags: POLITICS BUSINESS) EUROZONE/SPAIN-BAILOUT

Un país en el que si el jefe de la oposición llama no decente a un Presidente absolutamente indecente, le critican hasta muchos de los suyos, a mi no me quiere.
Un país en el que preguntarle al pueblo lo que piensa -sin ser vinculante- es ilegal y los socialistas lo compartan, a mi no me quiere.
Un país en el que Mariano Rajoy tenga la más remota posibilidad de volver a gobernar, a mi no me quiere. Si Rivera va de vicepresidente, me odia.
Un país en el que el Presidente del Gobierno no llama al de la Generalitat para sentarse a buscar soluciones, porque la Constitución -esa que se puede cambiar para que reine una mujer- le respalda, a mi no me quiere. Y así hasta aburrir de no me quiere.
Y aunque a mi amar no suele darme pereza, esta vez me está dando mucha, que el amor es ciego, incluso muy tonto a veces, pero tan gilipollas casi que no. Ni hablar.

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