Tu me robaste. Yo gano.

El otro día me robaste y con mi mochila, sentí que te llevabas un pedazo de mi vida.

Te habría matado. En sentido figurado y presuntamente, va.
Aparte de tabaco, gafas de sol, auriculares, tarjetas, documentos, llaves de casa y coche, mi Nikon y lo que se me olvida, estaba mi Mac. Pequeño, discreto, de solo 13 pulgadas, pero con más de 300 GB de mi vida en su disco duro. 5.200 fotos. Fotos de esas que no tiras y no tirarás jamás, porque son las que seleccionaste de entre más de 40.000. Unas porque te gustan, otras por lo que significaron o significan. Y todas irrepetibles, como cualquier foto. Aunque a ti todo eso seguro que te la trae al pairo.

Como los más de 100 videos, el montón de trabajo o las 60 páginas de esa novela, tantas veces empezada y nunca terminada.  Pero no te hagas ilusiones cabronazo, no desistiré. Muchos no acabamos todo lo que empezamos, porque lo que de verdad nos gusta, es empezar. Jódete.
Casi 5.000€ de coste, pero de valor incalculable. Y de eso tengo la culpa yo y solo yo, que me pasé años dando la vara con que la gente se hiciese backups del trabajo y yo no me los hago de la vida. Para cruzarme la cara y con la mano abierta. Como a ti.

Pero la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida y que nada tienen que ver con las tuyas, ladrón.
Me dejaste sin Photoshop, ni Illustrator,  ni siquiera el puto Office. Rebuscaba entre montañas de CD’s y DVD’s, cuidadosamente desordenados, música, software, datos, fundas cambiadas… y he empezado a encontrar verdaderas joyas.

Entre ellas, varios videos de TBWA\BCN. Tienen diez o doce años. Malas fotos de esas mias, encadenadas y con una musiquita inadecuada de fondo, pero ahora atiborrados de recuerdos.

Son de cuando los malos aun fumabamos en las reuniones. Nadie hacia fotos ni grababa con el iPhone porque no existía el iPhone. Ni Facebook, twitter o wassap. Los iMacs eran de colorines y editabamos en U-Matic.
Faltaba poco más de un año para que decidiese renegar de las agencias y me largase a Madrid a montar Micrópolix.
Los que entramos en esto a principios de los 80, fuimos unos privilegiados mal criados, vivimos una época tan fascinante y divertida que el avance financiero, en las cúpulas de poder de los headquarters, nos sacaba de quicio. Por eso me fuí.

Y en cambio ahora, con los años, esa época «mala», la «aburrida», la que fui mucho más Director General que Creativo, se me antoja otro lujazo tan irrepetible como las fotos que me quitaste. Mamón.

Los videos estaban ahí, escondidos entre cientos de cosas mías, pero si no me hubieses robado, probablemente,  nunca más los habría visto. Mis hallazgos -por tu culpa-, me harán mucho más feliz a mi, de lo que te pueda hacer a ti el relleno de mi mochila. Estoy seguro.
Vivir como tu vives no es vivir.
La novela la escribiré de nuevo y puede que esta vez lo haga bien y todo.
Mis fotos son ahora tuyas, pero su alma y su belleza siempre me pertenecerán..

No te perdono, porque eso es privilegio exclusivo de los dioses, pero prometo no pensar más en ti, excepto si es para sentir pena.
Tu me robaste, pero yo sigo ganando.

Y que conste que he encontrado muchas más cosas, además del Office y el Photoshop. Quedáis todos advertidos. Reclamaciones, al ladrón.

Aqui una muestra: Video TBWA\BCN

prueba
TBWA\ 17 años son muchos años. O muy pocos. Depende.